9 razones por las que tus hojas de albahaca se vuelven amarillas + soluciones fáciles
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Tabla de contenido
La albahaca es una hierba deliciosamente dulce y picante que se utiliza en cocinas de todo el mundo. Pertenece a la familia de las lamiáceas o menta, tiene un aroma maravilloso y usos versátiles en la cocina.
La albahaca es una hierba fácil de cultivar, pero no es inmune a los problemas. Si te encuentras intentando hacer pesto y descubres hojas de albahaca amarillas, ¡estamos aquí para ayudarte!
Hay muchas razones por las que la albahaca empieza a amarillear. Puede ser que se atornille (eche semillas) debido a las condiciones meteorológicas o que no se coseche lo suficiente.
Tus plantas amarillentas podrían tener una enfermedad o estar sufriendo carencias de nutrientes, exceso de abono o exceso de riego.
Un ecosistema de suelo desequilibrado también podría ser el culpable, o las condiciones de cultivo podrían simplemente no tener suficiente luz solar o calor.
Afortunadamente, estos problemas son fáciles de evitar y solucionar. El secreto para cultivar una albahaca excelente es simplemente prestar atención.
Tu planta te dirá cuándo no está contenta y hay medidas sencillas que puedes tomar para devolverle una salud óptima.
Veamos por qué amarillea la albahaca y algunas formas sencillas de devolverle la vida.
1: Su albahaca empieza a Perno
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La albahaca es una hierba anual con muchas variedades diferentes, como la albahaca italiana, la albahaca tailandesa y la albahaca de la India.
Independientemente del tipo de albahaca que cultives, suele querer "brotar" o florecer rápidamente cuando hace calor.
Esta transición de la fase vegetativa (crecimiento de las hojas) a la reproductiva (crecimiento de las flores y las semillas) indica que la planta intenta completar su ciclo vital. Una vez que empieza a dedicar energía a las flores, las hojas inferiores pueden empezar a amarillear.
Solución rápida:
Sólo tienes que pellizcar las flores de albahaca 1-2 veces por semana en verano, o a medida que aparecen. Yo prefiero cosechar mi albahaca pellizcando las puntas.
De este modo, se estimula la ramificación y la formación de matas, al tiempo que se impide la floración, con lo que se matan dos pájaros de un tiro: se cosecha y se detiene la floración.
2: Albahaca infectada con Mildiú velloso
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La albahaca es sensible a una enfermedad común de las plantas llamada mildiú velloso. El patógeno es un organismo parecido a un hongo llamado Peronospora belbahrii que prospera en condiciones húmedas y mojadas.
Si no hay suficiente flujo de aire entre sus plantas, puede empezar a notar que las hojas amarillean quemadas.
También puede aparecer un color gris negruzco en el envés de las hojas de albahaca, que tendrán un aspecto polvoriento y después empezarán a amarillear y morir.
Solución rápida:
La prevención es clave para el mildiú velloso. Cultive la albahaca con suficiente espacio entre las plantas y mucha circulación de aire.
Procure utilizar el riego por goteo o con manguera de remojo para que el agua no se deposite en la superficie de las hojas. Si es posible, retire y aísle las plantas infectadas lo antes posible.
Si el mildiu velloso ya ha empezado a afianzarse, el mejor tratamiento orgánico es un pulverizador de aceite de neem diluido. También puedes hacer un pulverizador antifúngico casero utilizando 1 cucharada.
Bicarbonato de sodio, 1 cucharada de jabón de Castilla (como el Dr. Bronners), 1 cucharada de aceite vegetal y 4 litros de agua. Mézclalos bien en un pulverizador y aplícalos generosamente una vez al día sobre las hojas infectadas.
3: Deficiencia de nutrientes
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La carencia de potasio (K) es otra razón muy común para que las hojas de albahaca amarilleen. Este mineral es esencial para el crecimiento de las plantas y puede no estar presente en su suelo si no ha añadido compost o inoculantes microbianos al jardín.
Para identificar la carencia de potasio en la albahaca, compruebe si el amarilleamiento se produce cerca de las venas de las hojas.
Ver también: 28 variedades de tomates indeterminados para plantar en su huerto este añoSolución rápida:
La harina de algas, la ceniza de madera y la arena verde son excelentes fuentes orgánicas de potasio. También puede utilizar abono a base de estiércol o un fertilizante multiuso.
Asegúrese de seguir las instrucciones de aplicación para evitar fertilizar en exceso su albahaca.
Ver también: Las 24 mejores suculentas con poca luz que puedes cultivar en interior4: Abono excesivo
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Demasiado abono puede provocar "quemaduras foliares" o amarilleamiento y oscurecimiento de las hojas de albahaca. Si las hojas inferiores se marchitan y amarillean, es posible que haya abonado en exceso.
También es posible que notes que el abono ha formado una costra en la superficie del suelo. Todas estas son malas señales de que quizá te has pasado un poco con la frecuencia o la dosis de abono.
Solución rápida:
Para salvar una planta de albahaca sobrefertilizada, retire las hojas dañadas e intente retirar la mayor cantidad posible de tierra sobrefertilizada, sin dañar las raíces de la planta.
Sustitúyela por tierra fresca para macetas. Deja de abonar y dale a la planta una fuente continua de agua para eliminar el exceso de fertilidad (pero recuerda que demasiado abono también puede ser perjudicial para el medio ambiente o los cursos de agua cercanos).
Es mejor evitar los fertilizantes sintéticos (como Miracle Gro y otros nitratos) porque son "instantáneos" y muy agresivos para las plantas.
Los abonos orgánicos, como el compost, los humus de lombriz o la emulsión de pescado diluida, son de liberación lenta y tienen menos probabilidades de quemar el abono.
5: Eres Riego excesivo Su Albahaca
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En general, la albahaca es un cultivo de clima cálido que no tiene mucha sed. Un suelo excesivamente húmedo puede hacer que las raíces de la albahaca empiecen a pudrirse, lo que se manifestará sobre el suelo en forma de hojas tristes y amarillentas.
El riego excesivo es la causa más común de las hojas amarillas de albahaca, ya que muchas personas guardan la albahaca en macetas en su cocina.
Si su maceta carece de agujeros de drenaje o si la tierra está muy compactada dentro de la maceta, el agua podría acumularse en la zona de las raíces. También es posible que esté regando con demasiada frecuencia.
Solución rápida:
Compruebe que la maceta o la mezcla para macetas en la que ha plantado la albahaca tiene suficiente drenaje. Deje de regar durante unos días para que la tierra se seque un poco. Antes de volver a regar, compruebe siempre la humedad de la tierra con el dedo.
No debe estar ni empapada ni seca, sino en un punto medio de humedad. No riegue la albahaca a menos que la tierra empiece a secarse.
6: El suelo alrededor de sus plantas de albahaca no está bien aireado
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Como ya se ha mencionado, la compactación del suelo puede causar problemas de riego, pero también puede crear condiciones anaeróbicas (sin oxígeno).
También puede provocar estrés en las plantas, raíces podridas y, sí, hojas amarillas.
La tierra compactada es asfixiante para cualquier planta. La albahaca prefiere especialmente una zona radicular aireada y oxigenada.
Solución rápida:
Si cultivas en maceta, trasplantar la albahaca a una tierra más esponjosa es una solución fácil. Busca mezclas con mucho musgo de turba, compost y perlita. A veces añado algunas piedrecitas y guijarros en el fondo de la maceta para facilitar el drenaje.
Si cultiva en el suelo o en bancales elevados, arreglar la compactación del suelo requiere un poco más de esfuerzo y debe hacerse antes de volver a plantar.
En suelos muy arcillosos, lo mejor es añadir abono orgánico. También puede invertir en una horca para aflojar la tierra a mayor profundidad.
El acolchado y la incorporación de compost cada temporada aumentarán la materia orgánica y la aireación con el tiempo.
7: Ecosistema del suelo desequilibrado
El amarilleamiento de las hojas de albahaca puede ser un signo de desequilibrio de la ecología del suelo. La mayoría de los jardineros no se dan cuenta de que el suelo es a la vez el sistema digestivo y el sistema inmunitario de nuestras plantas.
En el suelo hay miles de millones de microbios beneficiosos (como bacterias, hongos y protozoos) que actúan como un ejército de defensa contra plagas o patógenos.
Refuerzan la inmunidad de las plantas frente a estas amenazas y ponen a disposición de nuestros cultivos alimentos vegetales.
Cuando esos microbios se desorganizan, el ejército beneficioso se debilita y pueden entrar más microbios "malos".
Puede tratarse del agente patógeno del mildiú antes mencionado, de un agente patógeno de la podredumbre de la raíz o de cualquier tipo de plaga.
Al igual que un ecosistema terrestre, el suelo necesita una competencia sana para mantener todo bajo control.
Si tu suelo está muy compactado, tratado con herbicidas o pesticidas químicos, o carece de materia orgánica, el ecosistema del suelo puede estar desequilibrado y perjudicar a tus plantas de albahaca.
Solución rápida:
La materia orgánica en forma de compost vegetal, estiércol compostado, infusiones de compost, harina de algas, mantillo de hojas o humus de lombriz es la mejor cura posible para la albahaca amarillenta.
Los resultados no serán instantáneos, pero la inversión se amortizará en un mes más o menos, a medida que los microbios beneficiosos de la tierra vuelvan a su suelo.
También existen inoculantes microbianos para el suelo y tés de compost que se pueden adquirir en tiendas de jardinería ecológica para ayudar a potenciar el microbioma del suelo más rápidamente, lo que se traduce en plantas más sanas y felices.
8: Hay No hay suficiente sol luz Cerca
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La albahaca es definitivamente una planta de pleno sol. Prospera en zonas con veranos cálidos y soleados y no le gusta mucho la sombra. Normalmente necesita de 6 a 8 horas de pleno sol al día.
Si su planta de albahaca está a la sombra de tomates o árboles altos, puede empezar a amarillear. Lo mejor es trasplantarla a una zona más soleada o (si es posible) podar las plantas que le dan sombra.
Solución rápida:
Plante los plantones de albahaca sólo en las zonas más soleadas del jardín. Si cultiva en interior, coloque las macetas junto a ventanas orientadas al sur o utilice iluminación de crecimiento suplementaria.
9: Temperaturas más frescas
A la albahaca le encanta el calor veraniego y produce fielmente durante toda la temporada. Empezará a amarillear o a tener un aspecto triste a medida que se acerque el otoño, y muere con las primeras heladas.
Cuando empiecen a bajar las temperaturas, es posible que la albahaca amarillee, se ralentice o se marchite.
Solución rápida:
En primavera, espere siempre a que las temperaturas superen los 50 o 60 grados Fahrenheit antes de plantar albahaca en el exterior.
A finales de la temporada, utilice una cubierta para hileras como Agribon para añadir calor y protección adicionales a su albahaca cuando termine el verano.
También puedes plantar albahaca en un invernadero o trasladarla al interior, a una ventana cálida orientada al sur.
Preguntas frecuentes sobre la albahaca amarillenta
¿Se pueden comer hojas de albahaca amarilla?
Sí, las hojas de albahaca que amarillean se pueden comer, pero no tienen el mismo sabor.
¿Qué son las manchas negruzcas de mi planta de albahaca?
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El ennegrecimiento de las hojas de albahaca puede deberse a enfermedades fúngicas, mildiu, tizón o daños causados por plagas. Lo mejor es eliminar las hojas infectadas y utilizar los aerosoles orgánicos antifúngicos descritos anteriormente.
¿Por qué mi albahaca parece mustia aunque tenga agua?
El marchitamiento excesivo es en realidad un signo de que se está regando en exceso, lo que crea unas condiciones anaeróbicas (falta de oxígeno) que asfixian las raíces de la planta.
Mete el dedo en la tierra y, si la notas empapada, reduce el riego hasta que se seque.
Antes de volver a regar, compruebe que el agua drena por completo a una profundidad mínima de 10 a 15 cm. Si cultiva en maceta, asegúrese de que tiene suficientes agujeros de drenaje y de que la tierra es lo bastante esponjosa y texturizada para evitar la compactación.